martes, 12 de noviembre de 2013

El Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado, una batalla política en ciernes

El “debate” que ha generado en los medios de comunicación, en las entidades privadas y en los espacios políticos el tema de la aprobación o no del presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado para el año 2014, estimado en un monto de Q. 70.5 millardos, que representa un alza de casi 3,500 millones en relación al presupuesto del año 2013, ha representado un desgaste más para el Ejecutivo en tanto implica el aumento de la deuda pública, característica del actual gobierno que ha desarrollado sus “programas” sobre supuestos ingresos económicos.

En la formalidad el Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado debe ser aprobado por los diputados al Congreso de la República de Guatemala al 30 de noviembre como fecha límite, caso contrario, el presupuesto vigente del año 2013financiará la institucionalidad pública para el año siguiente. El gobierno a través de sus operadores políticos anunció que de no aprobarse el presupuesto habrá recortes a los “programas sociales” y despidos de empleados contratados bajo el renglón 029, incluso están promoviendo movilizaciones sociales como medidas de presión para los diputados, será acaso otro jueves negro y viernes de luto vividos en la época del FRG.

Para las movilizaciones anunciadasel apoyo de las “Alcaldías” del país estaría asegurado, lo cual supone la coordinación con la Asociación Nacional de Municipalidades – ANAM,relacionado al desfinanciamiento a los “programas y proyectos municipales”. Históricamente el gobierno central ha manipulado a las Municipalidades a través dela asignación del Situado Constitucional en gran parte se debe que la mayor parte de las Municipalidades carecen de solvencia económica para el impulso y ejecución de proyectos, los ingresos municipales son bajos y casi paupérrimos. Esta situación financiera que en términos de política pública significa: desfinanciamiento para el desarrollo.

En el plano ideal no podemos permitir que el gobierno central realice acciones que asfixien a los gobiernos locales contribuyendo a la confrontación entre la población y las Autoridades Municipales. Esta “estrategia” es aplicada principalmente a las Alcaldías que pertenecen a la oposición, estratégicamente se promueve en el fondo el trasfuguismo político y las relaciones clientelares.La población local demanda servicios públicos: agua, caminos, drenajes, parques, fuentes de empleo, como instancias para reducir las brechas sociales, traducido en “injusticia social” a partir de la desigualdad en el acceso a los servicios y los bienes económicos.

Los partidos políticos, en su relación con el Ejecutivo y las Autoridades Municipales, eluden la responsabilidad que su accionar se refleja en la sociedad y en detrimento del sistema político.Innegable el centralismo de los partidos políticos que se alejan cada vez más de la población incumpliendo sus promesas electorales al llegar al Ejecutivo, el Legislativo y el nivel Municipal, contribuyendo a profundizar la crisis de la institucionalidad pública.

El hecho de prestarse a una serie de “negociaciones”, “acuerdos”, no es más que un chantaje político en beneficio propio, dejando de lado el “bien común”. Estas componendas políticas en nada contribuyen a fortalecer el sistema de partidos políticos, sólo profundizan la crisis institucional, además el mensaje a la ciudadanía y sus electores: “negociar sobre la base de intereses propios”. Asimismo, se debilitan los partidos políticos porque sus pocas bases se desencantan.

El momento político que se produce 120 días previos al 30 de noviembre, se ha convertido en una etapa en la que los partidos políticos representados en el Congreso de la República de Guatemala, realizan todo tipo de negociaciones para obtener beneficio y provecho propio y responder a intereses espurios, aún en contra del bienestar común, por ello, la aprobación del Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado más que el instrumento que recopila los planes, programas y proyectos del Estado es un arma para que los partidos políticos puedan obtener cuotas de poder político y económico.


El Presupuesto para el año 2014 está viciado a partir de la negociación que el Ejecutivo ha condicionado con préstamos millonarios que implican el aumento del endeudamiento, sin que se refleje cambios en la sociedad, por el contrario, la pobreza y pobreza extrema parecen agudizarse cada vez más,profundizando el neoliberalismo y la exclusión de las grandes mayorías, es decir, menor desarrollo social y económico para el área rural y en general para el país. La espiral de endeudamiento que los gobiernos han desarrollado durante los últimos 15 años responde a prácticas clientelares y asistencialistas.

Por ello, el financiamiento del aparato público cada vez depende del endeudamiento interno y externo, en tanto la baja recaudación fiscal y el desmedido aumento de la “corrupción” en torno al erario público.
Demetrio Pérez Ordoñez